La bella ciudad tapatía, no solo ofrece negocios, si no también artesanía, cultura y tradición.
Guadalajara es una ciudad en donde se respira modernidad, con un importante crecimiento en donde hay bastantes atractivos culinarios, de entretenimiento y de negocios. Pero no todo gira entorno a esos ejes, hay también bastantes paradas culturales por toda la ciudad, con escapadas muy cercanas que se consideran aún parte de la joya tapatía.
Mercado de artesanías de Tonalá:
El municipio de Tonalá es parte de la Zona Metropolitana de Guadalajara, mismo que se distingue por su importante actividad alfarera desde tiempos prehispánicos. Hoy en día los jueves y domingos a partir de las 8 de la mañana, se dan cita más de tres mil artesanos que se instalan entre las calles Juárez, Madero, Cruz Blanca, Santos Degollado y Avenidas Tonaltecas y Tonalá. Entre los artesanos hay de todo, desde la alfarería, el vidrio soplado, el trabajo con hojas de totomoxtle, los juguetes mexicanos, hasta ropa y calzado muy folclórico. La magia de este antiguo tianguis es caminar por sus innumerables puestos entre los que también hay tortas ahogadas, tejuino con hielo y platos de birria. Tonalá se encuentra a unos 35 minutos en auto, o bien se puede llegar por transporte público.
Las tradicionales Cantinas:
En Guadalajara sigue viva la tradición de “botanear” y beber tequila o “jarritos”, así que en sus históricas cantinas son visitadas por todo tipo de público.
-Cantina La Fuente, (La más popular de las cantinas, entre sus gruesos muros hay una bicicleta oxidada y vieja que dejó un visitante en prenda, hoy en día es emblema del lugar. Aquí se sirven tragos y cervezas en su larga barra que se ubica frente al piano que aún se toca por algún cliente o pianista que visitan el lugar. Esta cantina opera desde 1921).
-Cantina La Sin Rival: Esta es la más antigua de todas, pues abrió sus puertas en el porfiriato, así que sus muros han sido testigos de muchas cosas importantes que han pasado hasta el día de hoy. Sin mucho que decir de la decoración que se nota es muy antigua, esta cantina sigue recibiendo a locales, turistas y a quien le agarre la necesidad de un buen trago de tequila.
-La Occidental: La más joven de todas, esta cantina ofrece además de tragos una carta de coctelería clásica, y por supuesto la típica “cazuela Tlaquepaque”, la cual lleva tequila, cítricos, sal y refresco de toronja. Además, entre cada músico que entra y se queda a tocar, se ofrecen botanas como tortitas ahogadas, tacos dorados, cueritos, sopes y papitas enchiladas.
Recorrido de monumentos históricos:
Recorrer Guadalajara también es conocer sus bellos monumentos como La Minerva; Catedral Metropolitana; Arcos de Guadalajara; Monumento de los Niños Héroes; Fuente de los Niños Traviesos; Teatro Degollado; Instituto Cultural Cabañas, declarado patrimonio cultural de la humanidad por la UNESCO en 1997; Escudo de Armas; Arcos del Tercer Milenio y el Puente Matute Ramos. Aunque todos se encuentran regados por la ciudad, se recomienda hacer el recorrido en varios días.
¿Dónde hospedarse?
Staybridge Novena
La más reciente adquisición de grupo IHG, es esta propiedad que se ubica a poco menos de diez minutos de la afamada glorieta de la Minerva, punto céntrico para llegar a otros sitios de interés como el centro de la ciudad; el consulado americano; la zona de hospitales y la avenida Chapultepec.
Este hotel es la opción ideal para proyectos, viajes de trabajo, vacaciones o de placer ya que, con las amenidades incluidas, es como si fuera un departamento amueblado con todos los servicios. El edificio del hotel está caracterizado por fuera con la “novena partitura” de Beethoven, así que no es coincidencia que el hotel lleve la palabra novena en su nombre.
NH Guadalajara Providencia
Ubicado casi al norte de la ciudad, en una zona privilegiada y exclusiva por ser la sede de las oficinas centrales de las mayores corporaciones de la ciudad, alrededor hay campos de golf; un pulmón de la ciudad que es el parque Pablo Neruda; restaurantes; bares y centros de entretenimiento que se pueden observar desde la lujosa fachada de cristal del hotel.
La vista citadina se aprecia desde sus ventanales de cristal y también desde su restaurante, en donde se ofrecen los tres alimentos del día con una propuesta culinaria fresca y vanguardista, ya que sus menús cambiantes son parte de un estándar de internacionalización en donde cada mes habrá un “corner” para la hora de la cena, con diferentes tipos de comida, (española, mexicana, colombiana, italiana, etc.)
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